Todos sabemos que el estrés es uno de los principales problemas que tienen los seres humanos y que de no tratarse a tiempo puede producir enfermedades crónicas que pongan en riesgo la vida de cualquier persona.
Problemas relacionados con el tráfico
De esta manera el tráfico es una de las causas de estrés más grande en el mundo entero. Millones de personas tienen que soportar más de 5 o 10 horas de embotellamiento mientras van camino a su casa u trabajo. Lo peor de todo es que se ha demostrado que puede causar obesidad.
A continuación sabrás cuáles son los problemas que ofrece el permanecer constamente escuchando el ruido del tráfico. Sabemos que es una situación muy incómoda para ti y vamos a resolverlo.
En muchas ocasiones y por distintas fuentes seguramente habrás oído las posibles consecuencias que puede traer estar rodeado de colas, bocinas, coches, etc. Resulta que son momentos en donde se emite demasiada contaminación ambiental y sónica que provoca diversos problemas incluyendo la obesidad.
El útimo estudio que realizo el Instituto de Salud Global de Barcelona señala esto. El objetivo principal era verificar esta teoría que ha sido marcada durante muchos años y que sin embargo tenía poco peso científico.
Más de 3.000 personas participaron en el estudio que duró aproximadamente 10 años.
Se tomaron diferentes variables en cuenta como la edad, peso, altura, índice de masa corporal y porcentaje de grasa en el abdomen. Todos estos elementos eran contrastado con la cantidad de exposición al ruido que generaba el tráfico en los diferentes medios de transporte que utilizan las personas en la investigación.
El resultado arrojó aquellas que están más relacionadas con este tipo de situaciones, teniendo un porcentaje más alto de probabilidad de padecer obesidad en un futuro cercano. Se vió como una subida de 10db del ruido medio que cada persona percibía subía más de un 15% la posibilidad de esta enfermedad.
¿Se trata sólo del tráfico de los vehículos?
Algunos pensarán ¿qué pasa con aquellas personas que se movilizan por otros medios como el ferroviario, aéreo o marítimo?, ¿tienen las mismas probabilidades? La respuesta es no.
El problema ataca principalemente al ruido emitido por los coches, autobuses y camiones. Los aviones, trenes y barcos no presentan una amenaza real a nuestra salud, aunque el ruido ferroviario aumenta levemente las estadísticas.
¿A qué se debe esto?
Es una gran interrogante que todos nos hacemos. ¿Cuál es el problema con el ruido emitido por el tráfico? Resulta que esta exposición aumenta significativamente el estrés de todos nostros y nos quita horas de sueño, reduciendo la calidad de vida de la persona que lo sufre.
Alguien que está en este ambiente ve como sus horas de sueños son alteradas constantemente, provocándoles cambios hormonales que alteran sus emociones, generándole mal humor, preocupaciones y otros inconvenientes emocionales.
El estrés es un cáncer silencioso. Puede producir presión arterial y alteración del apetito y es allí donde empezamos a observar algunos indicios de aumento de peso. Claro, al principio no pensamos que se trata de algo grave sino más bien momentáneo y sin embargo cuando pasa el tiempo vemos que el peso puede llegar a ser excesivo.
Las enfermedades cardiovasculares son el resultado final de estar expuesto al ruido del tráfico. Esa persona ve como su calidad de vida disminuye constantemente hasta el punto de despertarse y dormir rodeado de más coches y una preocupación constante.
Es por esto que millones de personas sufran de obesidad y en muchas ocasiones no saben la razones. La mayoría viven en grandes urbes donde se concentran las principales empresas y organizaciones transnacionales.
Las capitales del mundo se han vuelto lugares muy complicados para caminar.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Esta es la pregunta del millón de dólares. La verdad es que la solución es tan sencilla como compleja a la vez y se trata de reducir la exposición que tenemos ante ruido del tráfico. No obstante esto no es tan fácil.
A muchas personas les cuesta cambiar la rutina que utilizan diariamente para ir a sus trabajos, con lo que con sólo una pequeña alteración en el camino les produce un estrés y preocuáción anormal.
Lo importante aquí es hacer énfasis en las consecuencias que pudierámos tener si no hacemos cambios urgentes. La obesidad no es juego, se trata de un problema serio que nos puede quitar la vida si jugamos con ella, así que hay que alejarse del estrés del tráfico cotidiano.
¿Cómo hacerlo? Busquemos vías nuevas para nuestro destinos, usemos menos el coche, sie tienes la posibilidad. Sal y camina más al aire libre. Planea excursiones y salidas familares al campo donde puedas contemplar la naturaleza en todo su explendor.
En este sentido las institucones públicas deberían hacer diferentes estrategias para que nuestras principales ciudades no colapsen ante el tráfico y sean lugares ideales para visitar y vivir. Mientras tanto ebemos tomar este problema en nuestras manos.